Joxe Urbieta nació en Azpeitia (Gipuzkoa) en caserío Takolo el 3 de noviembre de 1941. Desde pequeño Joxe tuvo las condiciones para ser montañista, dado que nació en las faldas del monte Xoxote y a su abuelo Juan Joxe le gustaba mucho la montaña. Y así fue un alpinista apasionado desde la infancia hasta su muerte (a los 58 años).

Urbieta se inició en la montaña en 1957. Para entonces, el club de motaña Lagun Onak ya había sido creado y habían comenzado a hacer excursiones a la montaña. En esas excursiones conoció a Miguel Iturbide, quien le enseñó los caminos y cómo afrontar las caminatas. Joxe ya tenía instinto para la montaña cuando llegó a la mayoría de edad, y también comenzó a hacer sus primeras sesiones de escalada; en Izarraitz, en Aitz bakar.

Joxe dio un salto cualitativo en los años 60, cuando conoció los Pirineos y los Alpes. Además de obtener conocimientos, Urbieta abrió a los azpeitiarras el camino a dos montañas: en 1960 fue a Auñamendi (2.504), en el 64 subió al Perdido (3.355), en el 65 Aneto (3.404) y en el 67 Mont Blanc (4.807) y Corvino (4.478).

Continuó igual en los años 70, de montaña en montaña: en el 75 subió al Piqué Longe (3.298), Taillón (3.144) o Posets (3.369), y en el 76 intentó escalar el Salcantay (6.271) en los Andes, donde llegó a 200 metros de la cumbre. Aunque no llegó a la cima, esa expedición le dio cierta notoriedad a Joxe.

En 1974 muchos alpinistas vascos se dirigieron a la montaña más grande del mundo, el Everest (8.849), y aunque se escuchó el nombre de Joxe para participar en la expedición, finalmente no lo llamaron. Sin embargo, su oportunidad llegó en la década de 1980. De hecho, después de 1974, Takolo tenía claro que tenía que ir la próxima vez, y estaba dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad, incluso aunque tuviera que pasar vergüenza. Y así lo hizo: invitó a Lorente y Rosen a cenar en la nueva sede del Lagun Onak. Allí conoció a los dos montañeros que serían clave en el camino al Everest. En 1978, Rosen llamó a Takolo a casa: «Joxe, estás en el equipo del Everest».

Salieron a Katmandú el 12 de febrero de 1980. A Joxe le emocionó el lugar. Esperaba que fuera bonito, pero no pobre y abandonado. Inmediatamente fue conmovido por la gente local. Durante la expedición, como siempre, hizo un gran trabajo: «Era el mejor miembro del equipo», admitieron los miembros de la expedición. Takolo alcanzó el tercer campamento, a 7.360 metros. Martín Zabaleta y el sherpa Pasang Temba llegaron a la cima del Everest el 14 de mayo, pero fue un éxito para todos los miembros.

Durante los próximos años realizó grandes expediciones: Acongagua (6.959), Huascarena (6.768), Annapurna (7.937), Yalung Kang (8.505) y Cho Oyu (8.201). El último ochomil lo hizo en 95, el Shisha Pangma (8.008). La última salida a la montaña, sin embargo, fue la misma que la primera; Auñamendi, tres días antes de su muerte, era agosto del 2000.

Trabajo, familia, amistad, generosidad, lealtad y montaña. Esos eran los valores de Joxe, y esos mismos son los valores que queremos divulgar con la Beca Joxe Takolo.